PALABRA VIVA
ENTREVISTA A DIMAS FRAGA
He elegido al tío de mi
padre, Dimas Fraga, para hacer mi entrevista, pues su historia está muy
relacionada con un lugar muy conocido por
todos nosotros e incluso un poco odiado.
-Buenas tardes, Don Dimas. Muchas gracias por
acompañarme. Me gustaría que me contara algo sobre su infancia.
¿A que se dedicaban sus padres?
-Mi padre trabajaba en la
Diputación y mi madre cuidaba de la casa. Pero creo que te interesará más la
profesión de mi abuelo, que era conserje del Eusebio da Guarda.
-¡Pues es el instituto al que voy yo! Sin desviar
el tema de la entrevista ¿Dónde nació usted?
-Yo nací en la calle
Tabernas número nueve, en el primer piso. Pero mis tres hermanos nacieron en el
Eusebio da Guarda, y vivían en el reloj. Nuestra familia está muy unida al
Eusebio.
- ¿Por qué no llegó a vivir usted en el Eusebio y
sus hermanos sí?
- Porque mi abuelo, JOSÉ
FRAGA LÓPEZ, se jubiló y nos tuvimos que
marchar de allí. Pero no te creas que dejó de trabajar. Montó una carpintería
para poder seguir teniendo ingresos, pues estamos hablando de hace muchos años.
Yo nací en el año 1935, antes de que comenzara la guerra civil española. ¡Nos
tocó vivir una época muy difícil!
- ¿Y recuerda usted la vivienda del Eusebio?
- Sí, subíamos por unas escaleras y le
llamábamos "El Reloj". Continuamos visitándola porque creo recordar
que allí continuó viviendo una tía mía durante algún tiempo, ella también
trabajó en el Eusebio.
- ¿Y su abuelo dejaba que los amigos de sus
hermanos subieran a la vivienda?
- No, no podían subir.
Solamente podíamos ir los que vivíamos allí.
-¿Y ha estudiado usted en el Eusebio?
-No, yo fui al colegio
que hay en la plaza de Azcárraga y después al de Maria Pita.
-Claro estaban mucho más cerca de su casa. ¿Y
siempre estaba en la ciudad vieja?
-Sí, allí vivían mis
amigos y también aprendí a conducir.
-¿Y a qué edad fue eso?
-A los diez años.
- ¡A los diez años! ¿Y quién le enseñó?
-Me encanta que me hagas
esa pregunta, porque es una historia muy curiosa. Yo era vecino de la hija de
Emilia Pardo Bazán, Doña Blanca. Y le caí simpático a su chófer y en sus ratos
libres me enseñó a conducir.
- ¿Y le paró la policía por conducir siendo menor
de edad?
- No, porque en aquellos
años podíamos conducir los menores si algún adulto se hacía responsable.
Además tengo que decirte
que nunca me han puesto una multa, porque cuando se está al volante hay que ser
muy responsable y recordar siempre que si cometes imprudencias el coche puede
matar.
- Cambiando
de tema, ¿cuál fue su primer trabajo?
- Cuando murió mi padre
yo tenía 14 años y tuve que empezar a trabajar como niño de recados en los
Juzgados. Cuando cumplí los 18 ya podía presentarme a las pruebas de Auxiliar,
que en aquella época las hacían los propios Jueces. Y si querías ascender a Oficial ya tenías que
ir a examinarte a Madrid, pero era muy difícil aprobar si no tenías una
recomendación o eras hijo de algún militar. Me cansé y me fui a trabajar a
Brasil.
Y aunque ahora pueda
parecerte algo muy extraño, para que mi madre pudiera viajar conmigo tuve que
ir al Juzgado y firmar yo una autorización porque las mujeres no podían salir
del país sin que un hombre lo autorizase. Todavía guardo el documento.
-¡Que despropósito!
Dimas, no tenemos tiempo para más. De verdad,
muchas gracias por atenderme.
-Gracias a ti. Ha sido un
placer contarte cosas sobre mi infancia.
Marcos Herrero Mejuto - 1º ESO
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